The Question of Evolution in the Buddhist Ecology of Bird Lovers, Backyard

Autores/as

  • Gillian Parrish Washington University, St. Louis

DOI:

https://doi.org/10.37536/ECOZONA.2011.2.2.424

Palabras clave:

ecopoetics, thalia field, padmasambhava,

Resumen

       Thalia Field’s work, which she has described as an “ecology of questions,” inhabits the edges of genres, where she grows her verbal environments of researched material animated by her asking. Her most recent book, Bird Lovers, Backyard (New Directions, 2010), spins itself from the twigs and strands and of terminologies ranging from architecture to zoology as she tracks questions of language, behavior, and relationships between species. “Whose Umwelt is it anyway?” she asks in this extended study of human behavior and the uses of language in how we interpret and shape the world for ourselves and other life forms.

Through this exploration of human contradictions and miscommunication between species, Field makes a nest for an egg that is a question of possibilities—for Bird Lovers, Backyard is also a kind of future studies for human potential, operating by way of past example, telling tales of what might amount to a “series of mistakes.” Kicking off this inquiry into what we might be, the book opens with an epigraph from her young son that slyly functions as a kind of crossroads: “What if everyone in the world wasn’t nice?” asks the child—a question that may serve as a hardnosed premise for going forth into the world or as a challenge, a call to grow up.

And here, for a reader looking, Field’s submerged Buddhist outlook catches the light. For in her allegiance to an agile balance of “nichelessness,” Field keeps Buddhism—fitting its central idea of interdependent origination—as but one strand in the weave of her influences. In the book’s third poem-essay “This Crime Has a Name,” which this paper will focus on, Tibetan Buddhist figures and ideas form a part of an ecosystem that encompasses industrial design, biosemiotics, and Chinese logicians wherein she thinks through the displacement of sparrow by spaceman, asking what extinction looks like and what our species might mean.

 

La obra de Thalia Fields, descrita por ella como una “ecología de las preguntas,” se halla en la franja de los géneros donde, animada por sus preguntas, cultiva ambientes verbales del material que investiga. Su libro más reciente, Bird Lovers, Backyard (New Directions, 2010), se teje sobre las ramas y los filamentos de las terminologías, abarcando desde la arquitectura hasta la zoología, mientras se indagan cuestiones de la lengua, el comportamiento, y las relaciones entre las especies.  “Después de todo, ¿a quién pertenece este Umwelt?”, se pregunta la autora en este extenso estudio sobre el comportamiento humano y los usos del lenguaje de cómo interpretamos y damos forma al mundo para nosotros mismos y para las otras formas de vida.

A través de esta exploración de las contradicciones humanas y la falta de comunicación entre las especies, Field crea un nido para un huevo que es, en realidad, una pregunta sobre las posibilidades –porque Bird Lovers, Backyard es también un tipo de futurología sobre el potencial humano, que utiliza ejemplos del pasado y cuenta unas historias que pueden sumarse a una “serie de errores.” Guiándonos hacia estas preguntas sobre lo que podríamos llegar a ser, el libro comienza con un epígrafe de su hijo menor que funciona lúcidamente como una especie de cruce de caminos: “¿Y si no hubiera nadie bueno en el mundo?”, pregunta el niño –lo que puede servir como un reto, como una invocación a madurar.

Y es aquí donde la sutil mirada budista de Field resplandece, manteniendo el budismo – apropiado por su idea central de la originación dependiente– únicamente como una rama o filamento entre sus influencias. En el tercer poema-ensayo del libro “Este Crimen Tiene un Nombre,” sobre el cual se concentrará este artículo, las figuras e ideas budistas tibetanas forman parte de un ecosistema que abarca el diseño industrial, la biosemiótica, y la filosofía China. Dentro de este ambiente, Field reflexiona sobre la sustitución del gorrión por parte del astronauta, y se pregunta sobre el aspecto que tendría la extinción y lo que nuestra especie podría significar.

 

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Biografía del autor/a

Gillian Parrish, Washington University, St. Louis

Gillian Parrish's poems have recently appeared in Gulf Coast, The Literary Review, and American Letters & Commentary, as well as other journals. She received an MFA from Washington University in St. Louis, where she teaches writing. A longtime student of Buddhism, she is currently working with the poet Ye Chun on the translation of a volume of poems by the contemporary Chinese Buddhist poet Yang Jian.


Publicado

2011-12-19

Número

Sección

Ecospirit: Religion and the Environment