San, le primere princese más que humane

Resumen

San es le protagoniste de la película de animación La princesa Mononoke (1997) de Hayao Miyazaki (Studio Ghibli). La interpretación intelectualizada de un personaje de ficción paradigmático y poliédrico como San, y su calificación como poshumaniste, permite introducir una serie de términos—activismo, ecología, performatividad y red—que son el resultado de situaciones del film traducidas en clave de género. San es de este modo entendide como una realidad encarnada; es una figuración poshumanista de un ensamblaje teórico ambicioso que incorpora los enfoques y las prácticas de un buen número de autoras que alimentan cada uno de los aspectos que definen a le princese activiste, ecofeministe y más que humane, en una narración alejada definitivamente de los cánones del humanismo y su imaginario dual. Desde este enfoque, este artículo hace uso de la práctica de contar historias como estrategia para compartir un conocimiento situado de la realidad. Plantea la necesidad de crear relatos de ficción que se alimenten de un pensamiento cuidado para dar acceso a la ciencia a una comunidad importante de receptores. Asumiendo que la supresión de lo habitual puede ser una poderosa forma de conocimiento, presenta como caso de estudio una pieza del cine de animación, donde el discurso gráfico animado dota de agencia a todo tipo de elementos que habitan territorios conflictivos como ámbito arquitectónico de experiencias humanas y no humanas. Mediante una lectura de La princesa Mononoke desde discursos poshumanistas que perciben la vida dentro de redes de cuidados y fuera de los límites de la otredad humana, este artículo muestra cómo desde esta práctica narrativa se consigue hablar contra el capitalismo, el extractivismo, el colonialismo y las necropolíticas a través de un cuerpo en medio de un proceso de industrialización, de generalización del trabajo asalariado y de expansión de las violencias heteropatriarcales.